¿Qué hace un detector de monóxido de carbono y cómo funciona?
Podría parecer un ahorro de tiempo llevar el coche al garaje antes de un largo viaje, especialmente en una fría mañana de invierno. Pero las emisiones de su vehículo pueden llenar su garaje con monóxido de carbono (CO), una amenaza peligrosa y silenciosa, incluso si la puerta del garaje está abierta.
El monóxido de carbono es un gas incoloro, inodoro y tóxico que cobra más de 430 vidas al año.
Es un subproducto de la quema de combustible de carbono, como el gas natural de su estufa y la gasolina de su auto. Incluso pequeñas dosis de monóxido de carbono pueden causar daños permanentes o la muerte.
¿Cómo puedo evitar la intoxicación por monóxido de carbono?
La intoxicación por monóxido de carbono es un riesgo grave, pero afortunadamente, se puede prevenir. A continuación se ofrecen cinco consejos para evitar la exposición, incluida la instalación de sensores en toda la casa.
- Nunca caliente su casa con una estufa de gas. Las estufas de gas producen monóxido de carbono y pueden llenar su casa con el peligroso gas.
- No haga funcionar su auto en el garaje. Si quiere calentar su vehículo en el invierno, salga primero del garaje. El monóxido de carbono es un subproducto común de los gases de escape de los vehículos y se acumula rápidamente en un garaje cerrado (o incluso abierto).
- Tenga siempre una ventilación adecuada. Es extremadamente peligroso hacer funcionar herramientas a gas (como generadores, calentadores y lavadoras a presión) en un área cerrada como un sótano o un garaje sin la ventilación adecuada.
- Practique la seguridad al cocinar mientras acampa. Debe disfrutar de la naturaleza con seguridad. No utilice una parrilla de carbón, hibachi o estufa para acampar dentro de su casa, tienda o campamento. Además, las llamas abiertas y las tiendas de campaña de tela no tienden a llevarse bien.
- Instale un detector de monóxido de carbono. Los mejores detectores de monóxido de carbono son asequibles, fáciles de instalar y pueden salvar su vida. Recomendamos instalar uno en cada nivel de su casa, cerca de cada dormitorio y cerca de su garaje.
¿Cómo se detecta el monóxido de carbono?
Detector CO2 Los detectores de monóxido de carbono son la forma más rápida de prevenir el envenenamiento por CO. Puede instalar un detector de monóxido de carbono (o múltiples detectores) en su casa. Funcionan de manera muy parecida a su alarma de incendio o de humo al hacer sonar una sirena cuando detectan el monóxido de carbono.
Puede encontrar modelos sencillos como el Kidde Nighthawk que hace sonar una sirena, o detectores inteligentes como el Google Nest Protect* que se conectan a su teléfono inteligente o al sistema de seguridad de su hogar.
¿Cómo funcionan los detectores de monóxido de carbono?
Los detectores de monóxido de carbono hacen sonar una alarma cuando detectan una cierta cantidad de monóxido de carbono a lo largo del tiempo. Diferentes sensores activan diferentes tipos de alertas.
- Sensor biomimético: un gel cambia de color cuando absorbe monóxido de carbono, y este cambio de color activa la alarma.
- Semiconductor de óxido metálico: Cuando los circuitos del chip de sílice detectan el monóxido de carbono, disminuye la resistencia eléctrica, y este cambio dispara la alarma.
- Sensor electroquímico: Los electrodos en una solución química detectan cambios en las corrientes eléctricas cuando entran en contacto con el monóxido de carbono, y este cambio dispara la alarma.
Una vez que suena la alarma, el detector de monóxido de carbono debe estar en un ambiente libre de monóxido de carbono para silenciar la sirena.
¿Cuándo se activará mi detector de monóxido de carbono?
La alarma de CO suena si el sensor detecta una acumulación de monóxido de carbono en su casa, generalmente antes de que empiece a sentir los síntomas. A concentraciones más bajas (50 ppm), la alarma puede tardar hasta ocho horas en sonar. A niveles más altos (más de 150 ppm) puede disparar una alarma en minutos.
Actúe rápidamente cuando suene la alarma porque las dosis bajas durante largos períodos pueden ser tan peligrosas como la exposición repentina al monóxido de carbono en dosis ultra-altas.